sábado, 9 de febrero de 2013

Jazz en España.

El jazz, desde el inicio, ha sido un asunto de minorias pero en España la situación fue peor. El jazz fue considerado por la dictadura franquista como una forma de expresión musical propia de las clases sociales más bajas.
A principio del siglo XX, Europa estaba fascinada por las músicas afroamericanas como el ragtime, cakewalk, foxtrot... y músicos como Debussy o Satie compusieron piezas de ragtime y cakewalk antes de la Primera Guerra Mundial. Fue un momento decisivo en los comienzos del jazz europeo y por descontado, en el español. No obstante, España tenia una estructura mínima de conservatorios y colegios musicales y los músicos españoles, no tenían más remedio que combinar géneros como el chotis y zarzuelas con interpretaciones del jazz. La sociedad española , empezó a reconocer el jazz como un nuevo género al comienzo del siglo y en 1919 nuestro país acogió una orquesta de jazz, pero la Guerra Civil Española, detuvo el avance que estaba experimentando el jazz y alejó estos músicos de las corrientes de Europa.

Durante la primera mitad del siglo XX, entre los que contribuyeron en la difusión y normalización de este estilo, figuran José Moro y el batería Josep Farreras.
Pero en la década de los años 50, aparecen diversos músicos con una sólida formación y una especial capacidad para leer el jazz; los saxofonistas Vlady Bas y Pedro Iturralde, y un joven pianisa ciego, Tete Montoliu .
A pesar de el poco soporte institucional que recibió el jazz español durante los años 60 y 70, con músicos hoy casi olvidados como Juan Carlos Calderón o José Nieto, el jazz encontró nuevos impulsores en las dos décadas siguientes, por lo que en los años 90 es cuando experimenta más crecimientos; Jorge Pardo y Chano Dominguez dan un sentimiento jazzístico, que calificaríamos con la etiqueta de jazz-flamenco.
 El reconocimiento del jazz, culminó en 2001 con la consecución de Michel Camilo y Tomatito, del Grammy Latino al mejor álbum de jazz por su trabajo.

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